Dejando de lado el sorprendente primer episodio, Goblin Slayer no ha sido exactamente subversivo en su estructura narrativa. Así que es natural que un episodio más tranquilo de "tiempo de inactividad" parezca amortiguar el extenso arco de Water Town y el próximo final. Los aventureros siempre necesitan tiempo para descansar, recargarse y repararse, y hay un germen de una idea temática en este episodio, que representa expresamente la paz comparativa que podría romperse en cualquier momento por algún tipo de catástrofe de fantasía, o dejarse atrás para siempre por una Aventurero cuya búsqueda llega a un final inoportuno. Pero al igual que en otras ocasiones, el programa ya ha dedicado fragmentos a proporcionar forraje para ese tipo de contraste, por lo que no hay suficiente contenido esta semana para justificar este tiempo de ejecución.
Este episodio se ejecuta principalmente a través de los mismos movimientos ya cubiertos en el segundo y quinto episodios. Hay otro flashback de la infancia de Slayer que sabemos que fue destrozado por los goblins, y luego lo seguimos en un negocio de mantenimiento de aventuras en la ciudad. No es nada que no se haya visto antes y, a diferencia de algunas de las tramas laterales o las nuevas introducciones que se produjeron en esos desvíos anteriores, no hay nuevas perspectivas o construcción de mundos esta vez. El elemento más singular es que el Matador no lleva su armadura por un tiempo, con la cámara cortando torpemente su rostro oculto obligatoriamente.
Así que este episodio acaba de salir como relleno. Toda una sección se dedica a mostrar a un personaje sospechoso y con aspecto de tripas que entrena a nuevos aventureros, mientras que Slayer y Paladin bromean al respecto, sin sentir nada como matar el tiempo. La Slayer se adentra nuevamente en el Gremio de Aventureros y conversa alegremente con la Sacerdotisa y la Muchacha de la Hermandad sobre la búsqueda en la que acabamos de verlos en los últimos cuatro episodios. Al menos aprecié la disonante afirmación de GS de que todo salió bien en la aventura, con la Sacerdotisa señalando que casi murió. Y ver a la pandilla reunirse para salir a comer otra vez es lindo, incluso invitar a Guild Girl, pero aún así se presenta como una parada en el show solo para completar el tiempo de ejecución.
Esa comida que comparten y algunas de las discusiones que se derivan de ella proporcionan al menos una apariencia de sustancia a este episodio. A pesar de los otros problemas que he tenido con el espectáculo, los personajes son funcionalmente atractivos, especialmente después de haber pasado mucho tiempo con ellos. Así que no es como si odiara las bromas benignas de D&D. Este episodio no es insoportable como lo sería con un reparto más desagradable, pero todavía está frustrantemente vacío. El único destaque interesante es la visión de un futuro potencial que tenemos para Goblin Slayer ; podría convertirse en una especie de instructor aventurero para ayudar a los nuevos héroes a aprender lo que se necesita para sobrevivir en este mundo de fantasía implacable.
Ese es un ángulo único, de todos modos. La idea de mirar hacia el futuro llega fuerte al final del episodio, con Cow Girl señalando que "estos días no durarán para siempre". Eso es cierto con respecto a los elementos pacíficos en los que se desarrolla este episodio (sin duda prefigurando algunos de los horrores de los duendes de nivel final en los próximos episodios), pero la idea también se aplica a este tipo de mazmorra en general. Alguien no puede seguir en misiones de destrucción de monstruos durante toda su vida, aunque eso es lo que se siente que los jugadores hacen en los juegos de mesa de fantasía. Asesino de GoblinEstoy tratando de dar un giro humano a la premisa de limpiar los dados, y creo que traer ese elemento ayuda a su "realismo" más que cualquier número de asesinatos o asaltos sangrientos. Humanizar a sus personajes a través de sutilezas más pequeñas es una fuerza subyacente de la historia, hasta el punto de que deseo que se dedique más tiempo a este aspecto.
La última sección lleva este episodio a "lo suficientemente bueno", pero es un verdadero obstáculo para llegar allí. Tengo que preguntarme con qué eficacia las ranuras de la historia de Goblin Slayer en un formato de media hora, ya que episodios como estos simplemente no tienen suficiente material para completar. Incluso la secuencia final de los tiempos felices con el elenco en una taberna nos hace perder el tiempo y nos muestra a Guts Berserk y su banda de nobodies apostando por los personajes principales. Es frustrante que las pepitas de interés del episodio estén enterradas en gran parte de lo que básicamente es relleno.
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