No es frecuente que una batalla contra un clan de Ogros califique como un episodio "lento", pero tal es el caso de That Time I Got Reincarnated as a Slime esta semana. A medida que continúa el trabajo en la aldea Goblin, Rimuru prueba algunos de los nuevos poderes que obtuvo de Shizu e Ifrit, incluidas las habilidades para imitar a un humano y hacer copias de sí mismo. Al igual que todo parece pacífico, una partida de caza Goblin se encuentra con un grupo de Ogros, y se desata una pelea. Cuando Rimuru llega a la escena con la máscara de Shizu, los Ogros lo confunden con un "majin" que los atacó. Se necesita algo de magia de alto calibre de Rimuru para detener la batalla el tiempo suficiente para aclarar el malentendido, pero finalmente logra calmar las cosas y hacer nuevos aliados. Desafortunadamente para él, también puede tener un nuevo enemigo poderoso.
En comparación con los fuegos artificiales emocionales de la semana pasada, este es un episodio relativamente relajado. Esto es particularmente cierto en las primeras escenas, que consisten en que Rimuru recorre el pueblo y hace un inventario de sus últimos poderes. No es lo más emocionante de ver, pero hay algunos detalles interesantes incluidos en este conjunto de exposiciones. Tiene cierto sentido que su forma de mímica humana no tenga sexo biológico, ya que su cuerpo de limo base es esencialmente una mancha sin rasgos distintivos. En este punto, se podría argumentar que lo único que califica a Rimuru como hombre es el hecho de que lo fue en su vida anterior. Dejando de lado las lecciones de biología del limo, también parece que la habilidad única de Shizu Degenerate abre la puerta a algunas variaciones creativas de las habilidades existentes de Rimuru.
Una vez que se haya retirado todo el servicio de limpieza, el episodio es libre de comenzar a rodar la próxima historia. Como comienzos, este es competente pero no especialmente memorable. El enfrentamiento entre Rimuru y los Ogros es, quizás inevitablemente, una conclusión inevitable. Hemos visto demasiado a la nueva gente en los créditos de apertura y final para creer que la serie acabaría con cualquiera de ellos tan pronto, y Rimuru está acumulando demasiado calor mágico para perder esta pelea. Sin ese sentido de consecuencias de vida o muerte para ambos lados, la escena de la batalla se reduce al equivalente ficticio de un partido de exhibición; Todos los involucrados pueden mostrar sus habilidades, pero los resultados no cuentan mucho. Es una secuencia de aspecto decente, pero no demasiado convincente.
Por el lado positivo, esa vez me reencarné como limoSe las arregla para sentar algunas buenas bases narrativas aquí. Los Ogros son un grupo intrigante, con una dinámica de grupo más establecida que la de los Goblins cuando se introdujeron por primera vez. En particular, tengo curiosidad por saber por qué sus armas y su vestimenta tienen más de un estilo visual japonés cuando todos los demás en este mundo parecen tener más un aspecto de fantasía occidental. Podría ser simplemente una elección arbitraria de diseño de personajes, pero espero que haya más que eso. Los problemas de los Ogros también son notables, ya que su situación parece crear una confrontación entre Rimuru y Gelmund, el misterioso usuario de la magia que vimos nombrar un Orco la semana pasada. Aparte del dibujo obvio de tener al protagonista luchando contra un poderoso malo,
En términos de entretenimiento inmediato, este es uno de That Time I Got Reincarnated como un esfuerzo más suave de Slime , más o menos a la par con los episodios iniciales de arcos de historias anteriores. Por otro lado, eso también puede ser motivo de optimismo; Esos otros arcos se incrementaron muy bien después de su lento inicio, por lo que hay una buena razón para pensar que esto hará lo mismo en un futuro cercano. Con algunos nuevos aliados interesantes y un oponente potencialmente difícil, esta trama tiene todos los ingredientes que necesita para ofrecer un montón de entretenimiento. Es una pena que tengamos que esperar otra semana para que lo haga
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